Se cumplen 40 años de un combate épico

Un 30 de octubre de 1974, en el Estadio 20 de mayo de Kinshasha (Zaire),  Muhammad Ali y George Foreman protagonizaron uno de los mejores combates en la historia del boxeo. Una derecha en la mandíbula de Foreman en el octavo asalto decantó la balanza para Alí.

El cartel con el que se anunció el combate

Ali y Foreman se midieron las caras en el ring, en una pelea que levantó mucha expectación entre los aficionados. Por un lado, Ali, tras haber sido campeón olímpico en 1960 con el nombre de Cassius Clay y haber estado sancionado sin competir tres años (entre 1967 y 1970) llegaba al combate con muchas ganas de noquear al adversario, máxime tras la derrota sufrida a manos de George Frazier en el pabellón Garden, New York en 1971. Presentaba un balance de 44 victorias y dos derrotas.

Una imagen de los dos contendientes en uno de los asaltos.

Por otro lado, Foreman acudía al estadio como  nvicto con cuarenta victorias en otros tantos combates y habiendo sido campeón olímpico en 1968. 60.000 espectadores abarrotaron el Estadio 20 de mayo en el corazón de Zaire(hoy República del Congo). El momento culmen llegó en el octavo combate, donde Ali le asestó un puñetazo de derecha a Foreman, que ya se encontraba sin fuerzas tras mostrar todos su poderío de golpes en los primeros asaltos. La leyenda de Ali se hizo aún más gigante aquel día.

El otro triunfador fue el dictador de Zaire Mobutu que pagó 10 millones de dólares para ver en el Estadio Fortaleza a estos dos colosos sobre el ring, en medio de la barbarie a la que estaba sometiendo a su país.

Ali mira fijamente a Foreman, derrotado en el suelo.

 Hoy se cumplen cuarenta años de aquel día y los aficionados al boxeo siguen considerándolo como uno de los mejores combates que ha tenido lugar en un ring. Decidió aquella derecha de Ali, como señaló el escritor estadounidense, Norman Mailer, "el golpe que encerraba todo el conocimiento y sabiduría de la carrera de Ali".