lunes, 22 de diciembre de 2014

Los apuros económicos de Jordi Llopart

Jordi Llopart, en los últimos metros de los 50km de Moscú. ABC

El hombre que consiguió la primera medalla olímpica para el atletismo español en Moscú '80 se encuentra en una grave situación económica. Su nombre es Jordi Llopart y su segunda plaza en los 50 kilómetros marcha en la capital rusa sirvió para abrir la veda para las generaciones posteriores de atletas españoles.

Llopart festeja la plata olímpica (La Vanguardia)

El de Prat de Llobregat fue un pionero de la marcha. Dos años antes de conseguir la plata olímpica, se proclamó campeón de Europa en Praga. Él y Josep Martín fueron los precursores de la especialidad de los 50 km marcha. A los 40 años, Llopart decidió retirarse.



Tras ser entrenador y llevar a Daniel Plaza a la consecución del oro olímpico en los 20km marcha y prestar sus servicios como secretario técnico en la sección de atletismo del FC Barcelona, en el año 2009 decidió embarcarse en el proyecto mexicano de atletismo, trabajando durante cuatro años como asesor técnico de marcha de la selección azteca. Uno de sus logros fue clasificar a los hermanos Palma, Isaac y Ever, para los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Tras ese momento, el gobierno mexicano se desprendió de sus servicios y comenzó un calvario para el exatleta español.

Jordi Llopart, con una foto de su etapa como atleta (As)

A día de hoy, a sus 62 años, sobrevive con los 426 euros del subsidio de desempleo. Además, su mujer se encuentra en paro y tiene dos niñas, una de cuatro años y otra de nueve meses. Él asegura que tiene mucho que ofrecer en el trabajo que sea, pero en especial en la marcha, donde considera "que más puedo aportar porque sigo formándome y estando pendiente de todas las innovaciones que se realizan en nuestro deporte".

Llopart entrenando por Canet
Hay que decir asimismo que Jordi Llopart, con 28 años de experiencia como técnico, es oficial industrial en Artes Gráficas y diplomado en Enfermería y Turismo. Habla seis idiomas. Tiene 62 años y mantiene su buena forma física entrenando cada día 30 o 40 minutos por el paseo marítimo de Canet (Canet de Mar, Barcelona, donde reside) o por la montaña. Pesa 60 kg.

Su situación es crítica:  "Me gustaría trabajar de lo que fuese. Pero ni imprentas ni hospitales me necesitan. No sale nada. Mi ilusión es ser un revulsivo de la marcha atlética catalana porque está en el fondo, no hay programación ni nada" asegura el fondista catalán. Su testimonio  ha llegado al gran público a través del periodista Juan Manuel Surroca y en el programa radiofónico catalán El Món a RAC1.

«No pido limosna, ni quiero ningún cargo; sólo quiero tener un trabajo. Me estoy hundiendo». Éste es el mensaje de una leyenda del atletismo español.



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