sábado, 1 de noviembre de 2014

Las 1000 asistencias de Diamantidis
Diamantidis penetra a canasta ante la oposición de Savanovic (Fenerbache)

El genio de Panathinaikos realizó la asistencia número 1000 en la victoria de su equipo frente al Fenerbache por 91-73 en la tercera jornada de la Euroliga en el grupo D. Es el primer jugador de la edición continental que alcanza esa cifra.

Estaría horas y horas hablando de Dimitris Diamantidis y no digamos de las asistencias que ha dado a lo largo de su carrera deportiva. La número 1000, en este caso, fue un pase dado a A.J.Slaugter para que anotara un triple en su pabellón, el OAKA de Atenas.

El base griego, si el año pasado ya superó a su compatriota Papaloukas en el apartado de asistencias (el del CSKA de Moscú atesoraba 978), en el día de ayer llegó a la cifra de los cuatro ceros.

Es una leyenda del baloncesto europeo y griego, un jugador que ha llevado al Panathinaikos a la consecución de tres títulos de Euroliga. También en sus vitrinas se encuentran cuatro ligas nacionales y otras tantas copas griegas. A nivel de selecciones, se proclamó subcampeón del mundo con los helenos en el Mundial de Japón 2006 (cayendo ante España) y un año antes consiguió el Europeo absoluto en Serbia.

También hay que decir que en el apartado de distinciones individuales, ha sido nombrado mejor defensor de la Euroliga durante seis años (2005, 2006, 2007, 2008, 2009 y 2011) y MVP en dos ediciones (2007 y 2011). Además, tiene el récord de asistencias en una temporada, 180 concretamente, en el transcurso de la 2013-2014.

En definitiva, son muchos los logros que ha conseguido Diamantidis en su carrera, pero sin duda llegará a ser considerado por muchos aficionados del basket como un profesional intachable y leyenda de la afición del Panathinaikos. Sus apariciones en las Final Four y su aportación en los instantes finales de los partidos también son dignos de recordar.

Al igual que su compatriota y amigo Spanoulis, será recordado como uno de los mejores jugadores de la última década en el viejo continente. Ya no tendré la oportunidad de verle en acción en la NBA, pero a cambio me conformaré con observar como espectador las lecciones magistrales que imparte en cada partido.


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