Adiós a un ciclista con una peculiar manera de correr

Cadel Evans colgará la bicicleta mañana domingo. Será la Great Ocean Race (la Gran Carrera del Océano) la que verá por última vez competir en el pelotón profesional al australiano. La Garrapata se despedirá siendo una leyenda, con un maillot de arcoiris (como campeón del mundo) y el maillot amarillo como vencedor de un Tour de Francia, entre otros.

La garrapata, apodado con el que se le conoce a Evans, afirmó el día que anunció su retirada lo siguiente: "Es increíble lo lejos que dos ruedas pueden llevar a una persona". Su peculiar estilo de correr dio mucho que hablar a los expertos de la bicicleta. Conservador, con sangre fría y con una falta de agresividad de la que pecó en ocasiones.

Cadel Evans celebra el triunfo en el Tour de Francia (AFP)

En el año 2011, se coronó en la Grande Boucle, con aquella mítica carrera en la cumbre de Galibier, en la que superó a todos sus oponentes en busca del Tour de Francia, el sueño de cualquier ciclista profesional. Pocos días después de aquella etapa de montaña, realizó una gran contrarreloj y superó a Andy Schleck para llevarse la clasificación general de la ronda francesa.

A los 34 años, consiguió el premio a toda una trayectoria y se convirtió en el ciclista más veterano en conquistar un Tour de Francia. "Es un buen momento para decir adiós. El ciclismo me ha dado más de lo que esperaba" fueron sus palabras.

Su palmarés se adorna con el Campeonato del Mundo logrado en Mendrisio (Suiza) en 2009 y la Flecha Valona de 2010. Fue un extraordinario contrarrelojista y consiguió el Tour de Romandía en 2006 y 2011, la Tirreno-Adriático de ese mismo año, el Critérium Internacional en 2012 y el Giro de Trentino en 2014.

Se erigió en el líder del equipo en el conjunto BMC. En total, disputó 17 grandes vueltas, 10 de ellas terminó en el Top 10 y otras cinco en el podio final. 17 temporadas después y tras comenzar en el mountain bike, el mito australiano pone fin al romance con la bicicleta.