El genio holandés dice adiós
El mundo del
fútbol se está despidiendo a estas horas de un genio del balompié, que cambió
el modelo de juego del Barcelona, un ejemplo a seguir por todos, el ídolo de
los Xavi, Guardiola, Iniesta. Sí, se trata de Johan Cruyff, el genio holandés,
ganador de tres Balones de Oro y otras tantas Copas de Europa con el Ajax. El
gran Ajax, que asustaba en el Viejo Continente sólo por su nombre. Y con la naranja mecánica, estuvo a punto de
conseguir el Campeonato del Mundo en 1974, de no ser porque se cruzaría en su camino la República Federal de Alemania
en la final (2-1).
Su llegada al Barcelona
paralizó el país, a la altura de la de Diego Armando Maradona. Con compañeros
como Asensi o Rexach, consiguió ganar una Liga Española en cinco años. Todos
los culés recordarán la manita que le endosaron al eterno rival, el Real
Madrid, en campo de éste. O el gol antológico de espuela al Atlético de Madrid.
Su imagen llegó
hasta los Estados Unidos en un "soccer" con jugadores como
Beckenbahuer o Pelé. Tras su retirada como jugador, llegó su fructífera etapa
como entrenador, el padre del DreamTeam
y no sólo de ello, sino de un modelo de juego de toque que se empezó a mamar en
La Masía desde las categorías base.
Hizo a aquel
Barcelona de los Koeman, Barkero, Laudrup, Stoichkov campeón de la Copa de
Europa al batir a la Sampdoria de Roberto Mancini con un mísil de falta del
neerlandés. Estableció a su vez un dominio en España, con la consecución de
cuatro Ligas en apenas cinco años.
Su desarrollo a
cargo de la Johan Cruyff Foundation
(a favor de los niños discapacitados a través del deporte) traspasó fronteras.
El legado del 14, aquel joven hijo de un frutero que disfrutaba con el balón en
los pies por las calles de Ámsterdam, siempre perdurará en los corazones de
millones de aficionados del fútbol de los cinco continentes.
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