Dos genios que dicen adiós al deporte

Fabian Cancellara y Matías Lucuix anunciaron ayer su retirada del ciclismo y fútbol sala, respectivamente. Dos genios que cambiaron la historia de cada uno de los deportes y que se ven obligados a tomar esta decisión.

Comenzando por el suizo, diré que ha sido una leyenda de la bicicleta. Extraordinario contrarrelojista (ha llegado a ser cuatro veces campeón del mundo, además de oro olímpico en Pekín 2008), el "Espartaco" Cancellara ha sido un hombre de clásicas (carreras de un día). Es más, tiene en su haber tres Tour de Flandes, otras tantas París-Roubaix y una Milán-San Remo.

Fabian Cancellara. Foto: AFP

Además, ha sido de los ciclistas que más veces se ha enfundado el maillot amarillo en el Tour de Francia (hasta 29). Su participación en las grandes vueltas se redondea con ocho victorias de etapa en la ronda gala y otras tres en la Vuelta a España. A sus 34 años y tras permanecer un largo periodo de tiempo lastrado por las lesiones, el suizo abandonará el ciclismo profesional a finales del 2016.

El jugador argentino de fútbol sala, Matías Lucuix, por su parte, anunció en el día de ayer su retirada de las canchas al no recuperarse de una fractura de tibia y peroné durante tres años de calvario. Su llegada en 2007 al Caja Segovia procedente del River Plate sorprendió a todo el mundo.

Matías Lucuix, en un partid ante el Barça (futsalplanet.com)

Su inmensa calidad pronto quedó reflejada en la pista, para alegría de los aficionados segovienses. Tras ser partícipe de una gran época del Caja, en 2011 aterrizó en la capital de España para recalar en el Inter Movistar. Tras ganar la Supercopa nacional con el club madrileño, se convirtió en uno de los mejores del momento.

Matías se encontraba en un extraordinario momento de forma y hacía cosas que no se habían visto nunca en el fútbol sala. Sin embargo, un 8 de noviembre de 2012, iba a comenzar su calvario, cuando se fracturó la tibia y el peroné en un encuentro amistoso ante Australia. Desde aquel día, no ha podido calzarse las botas para jugar un partido oficial. Tres años después, se ha visto obligado a abandonar su trayectoria profesional.