miércoles, 11 de junio de 2014

LA CRISIS GOLPEA AL BALONMANO

                La grave situación económica que está golpeando al país durante los últimos años está perjudicando severamente al deporte del balonmano. Equipos históricos como el Ciudad Real (ganador de tres Champions), el Portland San Antonio (ganador de una Copa de Europa), el Arrate o el Torrevieja desaparecieron de la primera línea. En el lado femenino, podemos encontrar otro caso como fue el Itxako. El equipo navarro fundado en el año 1972, poseedor de cuatro ligas, tres copas de la Reina y un subcampeonato europeo,  tuvo que desaparecer debido a la imposibilidad de pagar una deuda de tres millones de euros.
                Sin ir más lejos, recién terminada la reciente Liga Asobal con una abrumadora superioridad del F.C. Barcelona, un histórico como el Cuatro Rayas Valladolid descendió de categoría y se enfrenta a la desaparición definitiva, tras 23 años de duración. Esta noticia la podemos ver en el diario el Norte de Castilla en el día de hoy.
                A su vez, el equipo femenino de balonmano Bera Bera renuncia a participar en la próxima edición de la Champions. El campeón de Liga y Copa del Rey de balonmano femenino los dos últimos años, ha tomado esta decisión al no encontrar un patrocinador. Ahora, la entidad guipuzcoana se debate entre disputar la EHF o la Recopa.
                Si hablamos de la selección masculina de España, la situación no es mejor. Bicampeona del mundo (2005 y 2013)y ganadora de tres medallas de bronce olímpicas, se enfrenta a la marcha de jugadores internacionales españoles a otras ligas extranjeras. La situación en la Liga es completamente diferente a la alemana o la danesa. En esos países, los equipos juegan en pabellones de primer nivel, con una afición fiel que acude los fines de semana a animar a su equipo. Los equipos gozan de grandes presupuestos, para atraer a las grandes estrellas. De hecho, la Final Four para decidir al campeón de la Champions se suele disputar en tierras germanas.
                Asimismo, si repasamos las últimas convocatorias de la Selección española de balonmano, vemos que tan sólo 5 de esos jugadores compiten en la liga española, concretamente en el Barcelona: Víctor Tomás, Raúl Entrerríos, Dani Sarmiento, Viran Morros y Eduardo Gurbindos. El resto juega en ligas extranjeras, en Francia, en Alemania o en Hungría. Así, encontramos en el país galo a José Manuel Sierra y Antonio García en el PSG, Jorge Maqueda y Valero Rivera en el Nantes y Gonzalo Pérez de Vargas en el Toulouse (último fichaje del Barcelona). Uno de los mejores jugadores del mundo, Joan Cañellas juega en las filas del Hamburgo. Por otra parte, Carlos Ruesga y Cristian Ugalde juegan en el Veszprem húngaro y el mejor pivote del mundo, Julen Aguinagalde, se encuentra en tierras polacas.
                En lo que respecta a los entrenadores, también se produce lo mismo. Los equipos extranjeros les quieren contratar, conscientes de su gran experiencia al frente de los banquillos. Por citar algunos nombres, Valero Rivera, el seleccionador del último campeonato conseguido por España, dirige a la selección de Qatar. Talant Dujshebaev ha fichado por el Kielce polaco y Antonio Carlos Ortega dirige al Veszprem húngaro. La lista se amplía a Jordi Ribera, Juan Carlos Pastor, Ambros Martín o Manolo Cadenas.

                La situación del balonmano español cada día es peor y los clubes necesitan apoyos de las instituciones. Todavía desaparecerán más equipos ante la deuda que contraen, que se ven desesperados ante  la imposibilidad de pagar a los jugadores. 

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