jueves, 12 de junio de 2014

EL BALONCESTO ESPAÑOL FEMENINO EN CRISIS

                La crisis está golpeando fuertemente al baloncesto femenino español. Hoy mismo hemos sabido que el actual campeón de la Liga Femenina, Rivas Ecópolis, ha renunciado a su plaza como participante de la próxima edición de la Euroliga, al no haber podido encontrar un patrocinador que le aporte una ayuda económica. Este es uno de otros tantos casos, como el Ros Casares de Valencia.
                El equipo valenciano, después de haber ganado la Euroliga en la temporada 2011- 2012, en mayo del año 2012  anunciaba su desaparición. Por dicho equipo han pasado grandes jugadoras como Amaya Valdemoro, Silvia Domínguez, Laia Palau o Sancho Lyttle. Su principal patrocinador, el entramado empresarial de la Corporación Ros Casares, decidió dejar de aportar ayuda económica al club valenciano.
                El panorama es todavía más alarmante en otros equipos. Una institución como es el Real Canoe de Madrid Femenino de Baloncesto, descendió hasta la tercera división nacional, al no poder hacer frente al desembolso económico. Otro caso aún más alarmante es La Unión Navarra de Baloncesto, que desapareció tras seis años de historia, los últimos tres en la máxima competición estatal.
                Otro gran equipo como el Hondarribia Irún tuvo que abandonar la Liga Femenina  en agosto de 2013 al no poder reunir el aval de 70.000 euros que le exigía la Real Federación Española de Baloncesto. Otro tanto de lo mismo si hablamos del RC Celta Baloncesto. La entidad gallega, campeón de 5 ligas y 4 copas, renunció a su plaza como equipo de Primera División. En agosto del año 2012, el Mann Filter Zaragoza no pudo reunir el aval necesario y dejó la Liga Femenina.
                Por otra parte, hay otros conjuntos que renuncian a jugar en Europa debido a su elevado coste económico, como es el caso del Uni Girona. El equipo catalán se consagró como la revelación del campeonato hace un par de temporadas y se clasificó para la Euroliga, renunciado a su plaza como equipo europeo finalmente.
                Esto desemboca en la marcha de las mejores jugadores españoles a ligas extranjeras, como Rusia o Turquía, quienes les garantizan el pago del sueldo a fin de mes y luchar en Europa. De las doce integrantes de la selección española que ganó el Campeonato de Europa Femenino en 2013, siete jugaban en el extranjero por  aquel entonces: Elisa Aguilar (Spartak de Moscú), Silvia Domínguez (Ekaterimburgo), Cristina Ouviña (Wisla Cracovia), Laia Palau (Polkowice polaco), Alba Torres y Sancho Lyttle (Galatasaray).
                En el caso de los entrenadores es similar. Roberto Iñíguez dirige actualmente al Fenerbache turco, Lucas Mondelo se encuentra en el Shanxi Rui Flame chino y encontramos  otros con pasado en el extranjero como José Ignacio Hernández (ex- entrenador del Wisla Can-Pack y actual entrenador del Rivas Ecópolis) o Javier Fort (actual seleccionador nacional de Bulgaria).

                La situación cada día es más alarmante, con el peligro de que no se dispute la Liga Femenina por falta de equipos. La crisis económica que está atravesando España desde el 2007 está llevándose consigo grandes instituciones deportivas. 

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